¿El Sol Brillará Mañana?

Soy de una generación a la que nos lo prometieron todo y no nos han dado nada, y como tantas otras presenta ese desfase generacional con nuestros mayores que nos consideran la generación "mimada". Nunca he sido nini, ni he querido serlo, he alzado la voz ante la injusticia y la incompetencia y he sido silenciada por políticos y policías. Aprendí de mis abuelos, a vivir el presente mirando hacia el futuro pero sin olvidar el pasado, y tras vivir tan rápidamente el tiempo, hoy he decidido parar a pensar lo que este país y este mundo me depara para el futuro.

Estoy cansada de escuchar como los políticos echan la culpa a la población, esa población que ahora no puede pagar sus impuestos y evocan al aumento de la deuda pública (España no somos todos, solo los trabajadores...), veo como los derechos que sudor y sangre costaron a mis antepasados son mutilados a golpe de decretazo....Parece un thriller de terror.

España es un país que vive del turismo y la construcción, en que una gran carrera universitaria es hacer económicas o derecho, porque el resto, nos guste o no, somos considerados "purria" universitaria. Los ingenieros informaticos son valorados por menos de la mitad que fuera de nuestro país, sin hablar del sector sanitario, enfermeras, médicos, fisioterapeutas,...que ven en el resto del mundo una mejor manera de ganarse la vida. Y son profesiones en auge actualmente, entonces ¿que podemos decir de los historiadores, filólogos, sociólogos, politólogos, maestros,... y un largo etcétera de profesiones derivadas de las ciencias puras, las ciencias sociales, y el mundo de las letras y la cultura? En este país hay un gran problema de fuga de capital, pero no solo económico, sino humano. Nuestros universitarios están contribuyendo al desarrollo económico de otras regiones, y eso también es capital que pierde el país, aunque no salga en nuestra balanza comercial.

Mientras que para trabajar, me piden tener 4 idiomas, una carrera, un master y más de 2 años de experiencia, nuestros dirigentes a penas hablan castellano y crean una imagen exterior de nuestro país que no es cierta. 

No quiero marcharme de mi tierra, pues mucho me dio ella y algo quiero devolverle. Y no es que tenga miedo a lo que me puede esperar fuera, pero si de lo que dejo a mi partida.